
UNIVERSIDAD NACIONAL
CENTRO DE INVESTIGACIĆN Y DOCENCIA EN EDUCACIĆN DIVISIĆN DE EDUCOLOGĆA MAESTRĆA EN EDUCACIĆN
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EVALUACIĆN BIMODAL
La evaluación es uno de los aspectos centrales dentro del proceso de enseñanza-aprendizaje que, con los cambios originados por el espacio europeo de educación superior, se estÔ modificando para hacer frente a un enfoque basado en competencias.
En este sentido las posibilidades y limitaciones de la evaluación del aprendizaje universitario, de acuerdo a cuatro dimensiones son: su objeto (objetivos / competencias), sus momentos (terminal / continua), sus usos (sumativa / formativa) y sus agentes (no compartida / compartida). Y, por último se analizan las implicaciones de una evaluación profunda con grupos numerosos de alumnos. SÔnchez (2011).
Para definir qué es un campus bimodal Villegas (2010) hace referencia que es necesario partir de los dos términos que conforman el concepto. El campus, en el Ômbito educativo, hace referencia al espacio institucional donde los cuerpos son afectados por el saber en interacción comunicativa permanente. A lo largo de la historia, este espacio se ha identificado principalmente con el aula de clase, con las bibliotecas, talleres y laboratorios, donde el profesor interactúa directamente con los alumnos.
Ahora bien, este concepto de campus se ha ampliado con el de campus virtual al cual acceden los usuarios desde cualquier computador conectado a internet o a la intranet institucional. El tĆ©rmino bimodal indica la combinación de dos modalidades: el campus fĆsico y el campus virtual en el que se relacionan armónicamente las posibilidades que las tic ofrece para realizar una formación segĆŗn las necesidades de los estudiantes y del contenido a impartir, con las actividades tradicionales de formación como las clases magistrales o ciertos tipos de prĆ”cticas (YĆ”bar, 2011).
Asimismo, se define el modelo bimodal educativo como un modelo flexible en el que se conjuntan armónicamente las posibilidades que las tecnologĆas de la sociedad de la información (TSI) ofrecen (presencialidad /aula interactiva, video conferencia, campus virtual, entre otros) para poder realizar una formación segĆŗn las necesidades establecidas y del contenido a impartir, con las actividades tradicionales de formación como son las clases magistrales o determinados tipos de prĆ”cticas.
La evaluación bimodal es un proceso que permite valorar las posibilidades de acortar y mejorar los ciclos de aprendizaje, y evitar demĆ”s, el problema de las barreras fĆsicas que supone el hecho de no poder acceder en cualquier momento y desde cualquier territorio al contacto docente- alumno. En la evaluación bimodal se permite unir dos ambientes de enseƱanza, el presencial y el virtual, lo cual permite lograr la sinergia necesaria para desarrollar un proceso de enseƱanza-aprendizaje significativo.
Se presenta el desarrollo de un campus virtual de la comunicación en el marco de un modelo bimodal de enseñanza universitaria, en el que se conjuntan las posibilidades de la TSI con las actividades tradicionales de formación. Se han desarrollado cinco entornos educativos virtuales: enseñanzas regladas, campus global, masters y postgrados, formación especializada y portal temÔtico. Cada entorno lo definen una serie de funcionalidades que agrupan los aspectos relativos a la información, la comunicación y las propuestas docentes.
En este tipo de evaluación, cuando los estudiantes realicen actividades prĆ”cticas, incluidos los exĆ”menes, siempre podrĆ”n utilizar como apoyo sus apuntes, libros, Internet y demĆ”s. Estos Ćŗltimos son los llamados āmemoria auxiliar del estudianteā. Por supuesto, cuando los estudiantes realicen los exĆ”menes destinados a comprobar si han adquirido los conocimientos a memorizar no podrĆ”n utilizar apuntes, libros ni Internet.
De acuerdo con los expertos, empezar a aplicar el currĆculum bimodal puede contribuir a proporcionar una mejor formación a los alumnos y ademĆ”s puede contribuir a reducir el fracaso escolar. El que buena parte del currĆculum pueda hacerse con estos apoyos facilita que los estudiantes con poca capacidad de memorización (que ahora pueden suspender un examen de problemas si se olvidan de algĆŗn componente de las fórmulas que deben utilizar) pero que tengan buenas capacidades de razonamiento, imaginación, deducción, entre otros, y asĆ, puedan trabajar mĆ”s y obtener mejores rendimientos.
En el modelo bimodal el rol del estudiante es ser un participante activo, en palabras de SigalƩs (2012) el alumno es su propio educador interno.
Aunado a esto, el debe tener una actitud positiva hacia el uso de los recursos tecnológicos y debe convertirse en un facilitador del aprendizaje.
Por otro lado, las actividades de evaluación deben estar estructuradas de manera tal que le permita al estudiante ser el propio constructor de su aprendizaje, a la vez que le motive a aprender a lo largo de su vida, mediante el trabajo individual y colectivo con sus compañeros, profesores y expertos. AdemÔs se debe garantizar una evaluación integral del logro de los aprendizajes de las personas que se incluyen en esta modalidad..
La evaluación bimodal representa una excelente oportunidad para atender la diversidad de necesidades y particularidades de los estudiantes, ya que existen gran cantidad de herramientas de las cuales el profesor puede hacer uso. Es asà como gracias a la implementación de las TIC se puede introducir cambios pedagógicos y enfoques diferenciales a la evaluación tradicional.
SITUACION ACTUAL DE LA EVALUACION BIMODAL
Para contextualizar la situación de la evaluación bimodal es importante tomar en cuenta algunas de las necesidades actuales que presenta la educación superior, entre ellas:
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Impartir formación inicial de calidad coherente con el desarrollo tecnológico que caracteriza al mundo en el que vivimos.
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Formar a lo largo de la vida, de forma tal que se responda a las necesidades de una sociedad en continua evolución.
La universidad actual intenta dar una respuesta a estas necesidades, sin embargo, esta es claramente insuficiente si no se plantea una renovación en profundidad. Y esta renovación debe pasar necesariamente por la aplicación de TIC en todos los Ômbitos del mundo universitario.
La universidad se presenta como referencia de la actividad formativa que lleva a tĆ©rmino la sociedad. Esta presencia viene potenciada y facilitada en la actualidad, por la difusión de herramientas asociadas al desarrollo de las tecnologĆas de la información y de la comunicación, que se estĆ”n implantando de forma generalizada en todos los sectores de nuestra sociedad.
El desarrollo tan acelerado de las TIC estÔ provocando un fuerte impacto sobre la enseñanza superior. Las nuevas formas que se ofrecen permiten orientar el uso de las mismas en los diferentes Ômbitos docentes; aplicÔndose desde una formación presencial mÔs próxima al modelo clÔsico, hasta una formación a distancia y, entre ambos modelos, una gama de posibilidades de estructura «bimodal» que generalmente dan respuesta a las necesidades anteriormente planteadas.
El mundo universitario no es ajeno a este enfoque y por ello existen en la actualidad en muchas universidades experiencias sobre nuevos métodos de enseñanza, sobre nuevas formas de comunicación entre profesor y alumno o entre los propios alumnos, potenciando con ello el trabajo cooperativo, y sobre la utilización de nuevos materiales multimedia.
Estas experiencias evidencian que una utilización idónea de las TIC puede mejorar la calidad de la enseƱanza y del aprendizaje. Por otro lado es evidente que las nuevas tecnologĆas aportan a las universidades medios que permiten apostar por una amplia posibilidad de modelos de formación y por una mayor y mejor respuesta a las necesidades de los estudiantes en general y a necesidades de colectivos especiales en particular, ofreciendo las bases para la oferta de formación continuada, asĆ como para una planificación mĆ”s libre de los contenidos docentes.
La implementación de las TIC requiere de preparación para su uso y de la disponibilidad del equipo necesario, obligando a las instituciones a realizar nuevas inversiones en equipos y redes de comunicación. Respecto a los cambios que la tecnologĆa promueve en cuanto al enfoque educativo se refiere, se requieren acciones de apoyo a la docencia mediante procesos de formación del profesorado, no solamente en el uso y manejo de la tecnologĆa, sino tambiĆ©n en lo referente a los procesos pedagógicos de enseƱanza y aprendizaje, para poder superar la aparición de posibles resistencias y sacar el mĆ”ximo provecho de las posibilidades que las TICās ofrecen.
Esta visión de las universidades estÔ propiciando la aparición de nuevos tipos de instituciones educativas. Las universidades pueden formar redes de colaboración no solamente con otras universidades, sino con otro tipo de organizaciones de carÔcter educativo con tal de dar respuesta a las demandas formativas de la sociedad.
Los enormes cambios que requiere esta nueva cultura, exigen una serie de saberes necesarios para los ciudadanos, un nuevo nuevo paradigma educativo, y también una nueva concreción de la manera de formar a los estudiantes, un nuevo paradigma formativo, pues ahora tenemos otros objetivos educativos, nuevos recursos didÔcticos y unos estudiantes que van adquiriendo competencia digital y se hacen mÔs autónomos en sus aprendizajes (el profesor ya no es la única fuente de información relevante).
BibliografĆa y Mapa conceptual
