En la bimodalidad se debe valorar al estudiante como un actor principal de su propia formación, guiado, como es lógico, por un docente, que reconoce lo anterior y actúa como guía ante estos nuevos desafíos.

 

Las TIC proporcionan siempre: información, comunicación y oportunidades de autoaprendizaje a todo el sistema, a nivel de grado y de posgrado, ello genera:

 

• Nuevos contenidos y competencias en el currículum.

• Constituyen un contenido transversal que atraviesa todas las áreas de conocimiento

• Nuevos instrumentos y recursos para la docencia y su gestión.

• La gestión de la docencia (accesos en línea)

 

El profesorado ha dejado de ser la principal fuente de información; ahora se trata de que oriente a los estudiantes sobre cómo acceder a la mejor información en cada caso y cómo procesarla para convertirla en conocimiento útil en cada situación.

 

Permite fomentar el trabajo cooperativo, la formación a distancia grupal, la creación de grupos de trabajo interdisciplinarios e intercentros.

 

Promueve nuevos escenarios educativos en los centros docentes y en todas partes: en las aulas y bibliotecas, en los puestos de trabajo, en los hogares... en los que se realizan procesos de aprendizaje y de autoaprendizaje, muchas veces de tipo asíncrono, según la conveniencia de cada estudiante.

 

Otra fórmula que empieza a definirse es la “carrera a medida”, con créditos de diversas universidades y en redes universitarias, este nuevo concepto hoy choca contra las viejas estructuras, administrativas y los viejos conceptos de formación docente presencial basados en la interacción directa estudiante-profesor.

 

Los procesos de enseñanza y aprendizaje se basan en las nuevas perspectivas socio-constructivistas, que enfatizan la importancia de la actividad de los estudiantes y su interacción con el contexto, a fin de obtener y procesar la información para construir conocimientos significativos y aplicables a la resolución de problemas.

 

Se trata sobre todo de enseñar a los estudiantes a aprender, y ello exige, que lejos de proponer una serie de actividades iguales para todos, dispongan de amplios márgenes de iniciativa para elegir itinerarios, actividades y medios que resulten acordes a sus circunstancias y estilos cognitivos: hay una mayor personalización de los procesos de enseñanza y aprendizaje.

 

La nueva institución de educación superior debe prestar especial atención a los procesos de innovación para el cambio, aplicar las TIC y desarrollar proyectos de formación permanente para el personal, docente y administrativo.

 

Es necesario que exista una clara política universitaria de innovación docente que, además de proporcionar lo recursos tecnológicos necesarios (hardware y software) y el adecuado apoyo a la docencia que contemplen:

 

• Formación en uso de los nuevos recursos tecnológicos

• Modelación de actitudes positivas hacia el uso de las TIC, las metodologías didácticas centradas en el aprendizaje y la aplicación de técnicas de investigación acción en el aula y fuera de ella.

• Formación en metodologías para el aprovechamiento de las TIC

• Cambio de paradigma en el proceso de enseñanza-aprendizaje.

 

La  universidad  entonces  deberá  trabajar en  una  serie  de  líneas  de   investigación relacionadas   con   el   uso   docente y en investigación  de  las  TIC,  que  fortalezcan los  proyectos  conjuntos de investigación científica. El   trabajo   en   equipo   interinstitucional, así  como  el  trabajo  en  red  nacional  e internacional, para promover el desarrollo de los proyectos de   investigación conjunto.

 

La educación bimodal adopta las ventajas ofrecidas por las TIC al superar las barreras del espacio y tiempo para complementar las limitaciones de la  presencialidad. De esta forma, permite el acceso a los procesos formativos desde cualquier punto del territorio en cualquier momento, potenciando una propuesta educativa de calidad.

 

Genera nuevas oportunidades a personas con obligaciones familiares, laborales o de otra índole y con interés en formarse a lo largo de la vida. Estos nuevos colectivos pueden incorporarse a las universidades, mediante el acceso a sus recursos en línea y el contacto con los profesores en el momento que requieran.

 

La implantación de las TIC requiere de un mínimo de preparación para su uso y de la disponibilidad del equipo necesario, obligando a las instituciones a realizar nuevas inversiones en equipos y redes de comunicación.

 

Se requieren acciones de apoyo a la docencia, mediante procesos de formación del profesorado superar la aparición de posibles resistencias y sacar el máximo provecho de las posibilidades que las TIC ofrecen.

 

Formar redes de colaboración no solamente con otras universidades, sino con otro tipo de organizaciones de carácter educativo con tal de dar respuesta a las demandas formativas de la sociedad.